Una lesión musculoesquelética conduce a una pérdida de fuerza y de masa muscular por la inactividad, disminución de la carga de entrenamiento o inmovilización.
La intervención nutricional tiene como objetivo minimizar esas pérdidas y conservar al mismo tiempo la adecuada composición corporal, pues habrá que ajustar las necesidades energéticas a la situación actual.
Por lo tanto, el objetivo del abordaje nutricional será:
- Mantener un equilibrio energético pues un superávit calórico conllevaría un acúmulo de grasa y, por el contrario, un déficit calórico no aportaría la suficiente energía para los procesos de reparación de tejido dañado.
- Un buen aporte de proteínas, ya que la proteína es el nutriente esencial para formar y reparar músculo, tendón, cartílago y hueso.
- Una alimentación rica vitaminas, minerales, fitonutrientes y omega 3 para ayudar a resolver la inflamación resultante de la lesión.
- Una suplementación específica para cada tipo de lesión.
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